Por: Jhonny O. Callisaya
Apaza
Cada país está en la constante búsqueda de su
desarrollo y progreso. Es el caso de los países latinoamericanos que
constantemente van proponiendo políticas que promuevan su desarrollo, buscando estrategias
adecuadas y pertinentes para lograr en los diferentes ámbitos esos adelantos.
Ya sean por necesidades o requerimientos, las sociedades están en peticiones de
mejoramiento de la calidad de vida.
Resulta contradictorio el desarrollo, ya que
al buscar progreso y mejora de la calidad de vida, a la larga se está teniendo
respuestas adversas. El desarrollo involucra muchos aspectos y alcanza
diferentes ámbitos, ya sean sociales, económicos, políticos y sobre todo
culturales, donde el juego de roles de las diferentes personalidades, como
gobernantes, empresarios y gerentes de los diferentes medios de comunicación es
muy importante, ya que implica responsabilidad con la sociedad, con la
naturaleza y la cultura. El desarrollo normalmente ha ido de la mano con la
destrucción y privación de derechos de otros.
Definir la cultura resulta ambiguo, ya que
existen muchas definiciones e interpretaciones, y que las mismas constantemente
van cambiando de significado según la evolución y desarrollo cultural. Es así,
que muchos autores van dando diferentes definiciones de lo que significa la industria
cultural y su práctica en la sociedad. Las definiciones que más rescata este
documento son de Ramón Zallo y Octavio Getino, donde indican que las industrias
culturales son aquellas actividades relacionadas directamente con la
fabricación, comercialización y servicios de productos o bienes culturales,
todos con un contenido y consumo de tipo
simbólico, concebidas por un trabajo creativo y organizadas por un
capital para el mercado de consumo que son las masas. También se toma en cuenta
percepciones de otros organismos como la UNESCO y CEPAL.
Desde el
punto de vista educativo y en relación con los lineamientos estratégicos del
PND, Bolivia viene implementando programas y reglamentos que permitan el
fundamento de la nueva propuesta de desarrollo, del Vivir Bien. A través de
este fundamento, Bolivia hasta el 2015 piensa alcanzar un grado de desarrollo
favorable a todos los bolivianos y bolivianas, tratando de lograr: un
crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), disminuir la pobreza, reducir la
tasa de desempleo, lograr un ingreso per cápita alto, un cambio de la matriz
energética y reforestar medio millón de hectáreas.
En la
parte educativa, a través de la Ley 070,
Bolivia viene implementando programas educativos con el modelo educativo Socio
comunitario Productivo, con principios, ideológicos, políticos, sociales,
económicos, mismos que llevan a una revolución educativa con el fin de lograr
el Vivir Bien y en armonía con la Madre Tierra.
1. PLAN NACIONAL DE DESARROLLO
Bolivia desde el
2007, fue proponiendo e implementando políticas estratégicas implicadas y
relacionadas con el desarrollo del país. Tal es la propuesta del Plan Nacional
de Desarrollo (PND), realizada por el Ministerio de Planificación del
Desarrollo y con la participación de organizaciones sociales, campesinas,
originarias, productores, empresarios, ciudadanos y académicos, a través de
talleres de socialización. Fue decretada, oficial y públicamente por el
Presidente Evo Morales Ayma en el Palacio de Gobierno el 16 de junio de 2006 (Ministerio de
Planificación del Desarrollo, 2007) .
Para el Plan Nacional
de Desarrollo “Bolivia Digna, Soberana, Productiva y Democrática para Vivir
Bien”, implica la concepción de políticas, estrategias y programas de desarrollo
del país en todos los ámbitos sectoriales y territoriales, de acuerdo a los
siguientes lineamientos:
1.
Contribuir al proceso de transformación del país; desmontar el modelo de
desarrollo concebido desde el colonialismo y el neoliberalismo, y cambiar el
patrón de desarrollo primario exportador;
2.
Formular y ejecutar en el marco del paradigma de desarrollo sustentado en la
filosofía del Vivir Bien, propio de nuestras culturas. El Vivir Bien plantea
fundamentalmente la complementariedad entre el acceso y disfrute de los bienes
materiales y la realización afectiva, subjetiva y espiritual, en armonía con la
naturaleza y en comunidad con los seres humanos;
3.
Contribuir a la construcción de un nuevo Estado plurinacional, promotor y
protagonista del desarrollo, social comunitario, que redistribuye
equitativamente la riqueza, ingresos y oportunidades;
4.
Desarrollar la convivencia equilibrada y la complementariedad con equidad de la
Economía Estatal, la Economía Comunitaria –que se asienta en procesos productivos,
impulsados por organizaciones sociales, comunitarias, y micro y pequeños
empresarios, artesanos, organizaciones económicas campesinas, organizaciones
productivas, comunidades y asociaciones urbanas y rurales–, la Economía Mixta y
la Economía Privada.
5.
Promover el desarrollo integral a través de la construcción de un nuevo patrón
de desarrollo diversificado e integrado y la erradicación de la pobreza,
desigualdad social y exclusión.
6.
Desarrollar, de manera prioritaria, los ejes transversales: equidad,
innovación, medio ambiente y gestión de riesgos (Ministerio de
Planificación del Desarrollo, 2007, págs. v-vi) .
El PND
“Bolivia Digna, Soberana, Productiva y Democrática para Vivir Bien”, plantea
cuatro pilares fundamentales, mismos que deben ser incorporados en todos los
ámbitos sectoriales y territoriales según sus características, y son:
1.
BOLIVIA DIGNA. Es
la erradicación de la pobreza y la inequidad, de manera de lograr un patrón
equitativo de distribución y/o redistribución de ingresos, riqueza y
oportunidades. Está conformada por los sectores generadores de activos y
condiciones sociales, y por la política, estrategias y programas
intersectoriales de Protección Social y Desarrollo Integral Comunitario.
2.
BOLIVIA DEMOCRÁTICA. Es
la construcción de una sociedad y Estado plurinacional y socio – comunitario,
donde el pueblo ejerce el poder social y comunitario y es corresponsable de las
decisiones sobre su propio desarrollo y del país. Está constituido por los sectores
orientados a lograr una mejor gestión gubernamental, transparencia y construir
el poder social comunitario.
3.
BOLIVIA PRODUCTIVA. Está
orientada hacia la transformación, el cambio integrado y diversificación de la
matriz productiva, logrando el desarrollo de los Complejos Productivos
Integrales y generando excedentes, ingreso y empleo con la finalidad de cambiar
el patrón primario exportador excluyente. Está conformada por los sectores
estratégicos generadores de excedentes y los sectores generadores de empleo e
ingreso. De manera transversal, se encuentran los sectores de infraestructura
para el desarrollo productivo y de apoyo a la producción.
4.
BOLIVIA SOBERANA. Es
la constitución del Estado en un actor internacional, soberano,
autodeterminado, con identidad propia, mediante una política exterior que
oriente la acción política y diplomática con presencia de los pueblos y defensa
sostenible de los recursos naturales y de la biodiversidad. Está conformada por
los sectores de Relaciones Exteriores y Relaciones Económicas internacionales.
La
concepción de desarrollo y los pilares del Plan Nacional de
Desarrollo,
requieren de un equilibrio entre el cambio deseado y la sostenibilidad
macroeconómica del país como instrumento que coadyuvará a implementar las
mencionadas estrategias, de manera que las políticas adoptadas profundicen la
recuperación de la economía y promuevan mayor justicia social en todo el
territorio boliviano (Ministerio de
Planificación del Desarrollo, 2007, pág. v)
El PND
promueve a la construcción de sociedad y un Estado en el todos los bolivianos
vivan bien, donde Bolivia es la casa común, digna y soberana. En este escenario
se desarrollará una concepción cosmocéntrica, holística y se privilegia el
vivir en comunidad con el disfrute de los bienes materiales, espirituales y
afectivos generados por la sociedad y el Estado.
En este
contexto, el plan estratégico está orientado a desmontar el colonialismo y el
neoliberalismo para construir un paradigma alternativo de desarrollo que
contribuya a recuperar lo mejor de la humanidad y a garantizar la
sostenibilidad del planeta.
Para el año 2015, Bolivia pretende implantar políticas
estructurales de cambio del patrón de distribución de activos productivos y
sociales, y mecanismos distributivos del ingreso mediante estrategias y
programas de desarrollo comunitario.
Así mismo
desea configurar un nuevo patrón de desarrollo diversificado e integral, basado
en la matriz productiva con productos y servicios con mayor valor agregado,
sustentado en la industrialización de los recursos naturales, en la
calificación del potencial humano y en el desarrollo sectorial y territorial
equilibrado y articulado.
En su
perspectiva del Vivir Bien, Bolivia
pretende desarrollar la economía con tasas de crecimiento, generar mayores
ingresos en el marco de una distribución más equitativa, empleo digno y
permanente, donde el trabajo es una actividad que contribuye a la realización
plena de la persona.
Desde el 2006 hasta el 2011, Bolivia debería
haber alcanzado un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 6,3 por
ciento como tasa promedio estimada. La
disminución de la pobreza de 58,9 por ciento en 2005 a 49,7 por ciento en 2011.
Reducir la tasa de desempleo abierto de 8,4 por ciento en 2005 a cuatro por
ciento en 2011. Lograr un ingreso per cápita que subiría de 1.000 dólares en
2005 a 1.411 dólares en 2011. Un cambio
de la matriz energética del 50 por ciento del parque automotor y otros (Ministerio de
Planificación del Desarrollo, 2007, págs. 31-32) .
Por ello,
el PND de Bolivia tiene por objetivo, lograr la convivencia equilibrada y la
complementariedad con equidad de la Economía del estado y la Economía
Comunitaria, que se apunta en procesos productivos, impulsados por
organizaciones sociales, comunitarias, y micro y pequeños empresarios,
artesanos, organizaciones económicas campesinas, organizaciones productivas,
comunidades, y asociaciones urbanas y rurales.
2. LA LEY EDUCATIVA N° 070 “AVELINO SIÑANI – ELIZARDO PÉREZ
Como producto educativo
del documento PND, se elaboró la reforma educativa Avelino Siñani – Elizardo
Pérez, promulgado el 20 de diciembre del 2010, el mismo enfatiza los pilares de
Desarrollo como: la Productividad, democracia, dignidad y soberanía y con una sostenibilidad macroeconómica. Por ello, Bolivia sigue la línea, al igual
que otros países, la de desarrollarse y mejorar la calidad de vida, pero, en
nuestro caso está más enfocado a una perspectiva de cuidado y respeto a la
Madre Tierra, priorizando los valores culturales que permitan el Suma Qamaña,
que son consideras como prácticas culturales adecuados para conservar el
equilibrio de las acciones de la humanidad con la naturaleza.
La educación que
propone la Ley Educativa 070, se basa en cinco principios: Intraculturalidad,
interculturalidda y plurilinguismo, descolonizadora, productiva, comunitaria y
técnica y tecnológica.
La educación intra,
intercultural y plurilingüe, implica tener claro que estos procesos se producen
en relación con la cultura, la cosmovisión, la identidad cultural y la lengua
como mediadora de la intraculturalidad e interculturalidad en el marco de la
construcción de una autoestima fuerte para relacionarse positivamente con los otros diferentes (Ministerio de
Educación, 2010) .
La Educación descolonizadora, liberadora,
revolucionaria y transformadora valoriza y legitima los saberes, conocimientos
y valores de los pueblos originarios y urbano populares, como expresión de la
identidad plurinacional y de sus derechos patrimoniales, incorporado en el
currículo los conocimientos pluriculturales del pueblo boliviano, al igual que
los conocimientos actualizados del saber latinoamericano y mundial.
La
educación descolonizadora elimina todo tipo de discriminación étnica, racial,
social, cultural, religiosa, lingüística, política y económica, para el acceso
y permanencia de todos los bolivianos al sistema educativo en igualdad de
oportunidades y condiciones, a través del conocimiento de la historia de los
pueblos, de los procesos liberadores de cambio y superación de estructuras
mentales postcoloniales, mediante el reconocimiento, revalorización y
fortalecimiento de las identidades propias y comunitarias, para la construcción
de una nueva sociedad libre de toda discriminación y exclusión (Ministerio de
Educación, 2010) .
La
Educación productiva considera que el desarrollo de los saberes y conocimientos
está en relación directa con el trabajo y la producción material e intelectual
científica y tecnológica, base de la acción educativa, articulada a las
unidades comunitarias productivas, vocaciones y cadenas productivas de las
regiones (Ministerio de Educación, 2010) .
La Educación
Comunitaria pretende trascender el aula y formar de manera integral en los
cognitivo, afectivo, simbólico espiritual, para dinamizar la vida en una
relación de equilibrio yu armonía entre la naturaleza y los seres humanos
basada en: la educación para la vida en la vida, valores sociocomunitarios,
participación comunitaria y el proceso cíclico circular de la
enseñanza-aprendizaje. Todos estos aspectos se integran en la práctica
comunitaria (Ministerio de Educación, 2010) .
Por
último, la Educación Científica, Técnica, Tecnológica y Artística desarrolla
procesos integrales de construcción cultural en el campo de la investigación,
vinculados a la comunidad, la producción y la identidad cultural, respondiendo
a las necesidades y vocaciones productivas locales y a las demandas de
formación técnica y tecnológica de la nueva matriz educativa. Desarrolla los
conocimientos y sabiduría desde la cosmovisión de las culturas milenarias y el
acceso a los avances de la ciencia y la tecnología para contribuir al
desarrollo científico de la humanidad.
La
educación artística es el medio de rescate de los saberes y conocimientos
intraculturales e interculturales; para la construcción de una identidad
propia, que a través del intercambio de ideas y experiencias logre un
enriquecimiento generador, que transforme la creatividad en hechos tangibles
expresados en el desarrollo artístico plástico, artes escénicas, danzas, físico
y deportivo como elemento integrador de la comunidad en el trabajo productivo (Ministerio de
Educación, 2010) .
La
educación boliviana tiene la finalidad de lograr cambios trascendentales en
cuanto al desarrollo de la sociedad. Propone principios que se relacionan con
la vida comunitaria, la productividad, la valoración de la identidad cultural y
su relación con otras culturas a través de lenguas propias, la descolonización
de la sociedad y estilos de vida estereotipados foráneos y la adecuada
aplicabilidad de la tecnología, técnica y arte, siempre en marco de la complementariedad
entre lo tradicional y científico occidental.
3. INDUSTRIAS CULTURALES
¿Qué
implica el concepto de industrias culturales? Para ello, se destaca a los siguientes
autores y organizaciones que la definen de la siguiente manera:
La
organización Wikanda la define: “Industria cultural se podría definir como el
conjunto de empresas e instituciones cuya principal actividad económica es la
producción de cultura con fines lucrativos”. Considera como sistema de
producción a la televisión, la radio, los diarios y revistas, industrias
cinematográficas, discográficas, las editoriales, compañías de teatro o danza,
las distribuidoras, etc., todo con el objetivo
de crear mecanismos que busquen aumentar el consumo de sus productos,
modificar los hábitos sociales, educar, informar y, finalmente, transformar a
la sociedad, por tanto abarca todos los ámbitos de la sociedad e intenta
incluir a todos los individuos sin excepción (Wikanda,
2012) .
Otra definición de industrias culturales son: el conjunto de actividades de
producción, comercialización y comunicación en gran escala de mensajes y bienes
culturales que favorecen la difusión masiva, nacional e internacional, de la
información y el entretenimiento, y el acceso creciente de las mayorías (García
Canclini, 2012) .
En los últimos años, el énfasis en una u otra
de estas actividades y funciones ha llevado a nombrarlas como “industrias
comunicacionales”, “industrias creativas” (creative industries) o “industrias
del contenido” (content industries), con lo cual se alude a que son medios
portadores de significados que dan sentido a las conductas, cohesionan o
dividen a las sociedades (Wikipedia) .
Según los autores mencionados, la industria
cultural está orientada más con la creación y producción de productos con
contenido simbólico, es decir, que se crean productos para que sean promovidos,
a través de inversiones, hacia la comercialización, siendo su autenticidad de
derecho reservado. Pero, para los mismos, es necesario el acudir a diferentes
fuentes y medios comunicacionales, tales como: las imágenes, movimientos
audiovisuales, sonidos y otros, que son utilizadas como publicidad y
propaganda, para que las personas o masas logren consumirlas.
En el caso de Bolivia, Marcelo Guardia demuestra que el término Industria Cultural, que se ha
convertido en un elemento importante en la producción académica boliviana,
porque a partir de los primeros contactos de los estudiosos de las ciencias
sociales y los comunicadores con la producción de la “Teoría Crítica” alemana.
Sin embargo, su uso ha tenido desde las aplicaciones más rigurosas en el
análisis de los procesos comunicacionales y de cultura. El trabajo de Erick
Torrico y otros, muestran la estructura, las tendencias y las posibles
consecuencias locales y nacionales en la producción cultural boliviana (Torrico, 2000) .
En la Industria Cultural,
se destacan diferentes tipologías de la relación con la configuración de
identidades culturales, las políticas y legislación cultural y las
posibilidades de desarrollo y consecuencias de lo que se denomina
en el trabajo “enfoque de Control Cultural” a través de políticas y
legislación (Torrico, 2000) .
Luego está la
identificación de la cultura en circuitos culturales, el grado de aplicación
positiva la realizan los agentes, las instancias organizativas, como la
comunidad, la administración pública, el mercado, siendo así los componentes
más recurridos los medios de producción, canales de comunicación y públicos.
Puede parecer
contradictorio hablar de cultura cuando nos referimos a productos producidos
industrialmente. Por lo general no estamos acostumbrados a relacionar ambos
conceptos. Lo que sucede es que se ha escuchado siempre lamentos sobre lo mismo
o común de la cultura y por mucho tiempo se ha calificado como vulgar a
cualquier cosa que se relacione con las vastas masas populares.
En 1947 los filosofos
Theodor Adorno y Max Horkheimer escribieron acerca de lo que llamaron la
cultura industrial. Cuando analizaron los pasos que sigue un objeto industrial
desde su concepción, descubrieron que no importa si el mercado final son solo
unas cuantas personas o grandes masas de público. Todo objeto ya sea producido
individualmente o en masa contiene un significado cultural. Eso no significa
que en toda ocasión cualquiera de ellos deba ser considerado como una obra de
arte. Muchas obras creadas individualmente han sido malas e intrascendentes,
mientras algunos objetos industriales han transformado nuestro estilo de vida,
volviéndose significativos para nuestra cultura (Vallejo, 2000) .
Cuando algún artista
firma un contrato con una gran compañía,
decimos que ha perdido su esencia artística para dedicarse a lo popular. Sin
embargo el valor cultural no se determina por la cantidad de opiniones sino por
la relevancia simbólica que tiene ese objeto para las personas. Lo que es
cierto es que para los artistas siempre ha sido clara la importancia del
mensaje y la representación simbólica como objetivo, mientras que para la
producción industrial, el éxito normalmente se mide en dinero y no en las
opiniones sobre el impacto cultural de un producto. Un ejemplo muy claro son
los premios cinematográficos o musicales que se otorgan por la cantidad de copias
vendidas y no por la calidad del mensaje que transmiten.
Un objeto adquiere valor
cultural cuando las personas lo aprecian, no importa si es un grupo reducido
(elite) o grandes masas populares. El público otorga el privilegio de ser
“aceptado” cuando este tiene sentido, cuando resulta útil, cuando nos satisface
estéticamente, etc. Cuando un producto pierde esos valores es desplazado por
otro. Algo similar a lo que sucede en las listas de popularidad.
Pero ¿quién determina el
significado o valor estético, el consumidor o el productor? Nos gustaría pensar
que como consumidores tenemos absoluto control sobre nuestras preferencias o
sobre los valores culturales. Sin embargo los objetos obtienen su significado
dentro de cada una de la etapas de lo que du Gay y Hall llaman circuito
cultural (Vallejo, 2000) .
El circuito cultural es
una red donde cada elemento interactúa con el resto. El diseñador integra en
los objetos significados basado en su experiencia o en su búsqueda por nuevas
formas de expresión. El público decodifica el mensaje estético. En algunos
casos hay adaptaciones, reinterpretaciones o rechazo. Una vez que el publico
adopta un objeto, comienza a otorgarle (o no) lo que llamamos valor
sentimental. Todos tenemos alguna prenda preferida, algún utensilio que
catalogamos como especial, consideramos que algún edificio es importante o tal
vez que debería ser demolido. Cuando es valor sentimental pasa del plano
individual al popular y se convierte en un valor ampliamente reconocido es
cuando lo llamamos cultura.
Las modas son un ejemplo
de esa estira y afloja entre los distintos elementos del circuito. Por un lado
los diseñadores de vanguardia generan nuevos estilos que implican nuevos
mensajes. El público puede aceptar, rechazar o adaptar una moda basados en
tradiciones o esquemas preestablecidos que integramos otras funciones en
nuestros diseños (Vallejo, 2000) .
En las ciudades de
Bolivia, se observa que la contextualización socio económica muestra muchos problemas que
enfrenta la industria en general, tales como: falta de acceso al crédito,
deficiencia de calificación de trabajadores, mercado interno reducido, baja
capacidad utilizada, tecnología rezagada y deficiente desarrollo de sistemas de
transporte y otros (Torrico, 2000) . Entre ellos se
puede destacar los siguientes sectores.
El primer sector abordado
es la editorial. Se denomina así al dedicado a la producción de impresos en
papel, entre los que se hace la clasificación en: libro, revista y
periódico. Las principales dificultades que enfrenta este sector, según el
equipo de investigadores, serían: la competencia decodificadora,
traducida en bajos niveles de alfabetización que, a propósito, es uno de los
principales problemas relacionados con la producción y consumo cultural en
Bolivia. Las condiciones socieconómicas de la mayor parte de la población,
que tiene una bajo poder adquisitivo son definitivamente un obstáculo
importante. Bolivia es uno de los países más pobres del continente y que sus
necesidades principales tienen que ver antes con la sobrevivencia que con
necesidades culturales.
Otro problema apuntado es
el del aumento de copias piratas que se relaciona con el desempleo y el poder
adquisitivo. Los cambios de tradición escritural a la visual y la notable
vigencia de tradiciones orales que pasan directamente a la visual sin tocar
siquiera el texto. Los bajos hábitos de lectura y el poco fomento del
Estado a la producción del libro en general.
Los agentes más
importantes identificados son: los productores o
editores los importadores, los distribuidores, los
comercializadores y los agentes de difusión.
El estudio ha analizado
los impresos de acuerdo al siguiente detalle:
·
Libros literarios,
educativos y distractivos en formato: enciclopedias, formato medio y pequeño,
con un tiraje medio de 1000 ejemplares.
·
Revistas generales
y especializadas
·
Periódicos generales y
especializados con periodicidad diaria o bimestral.
Algunos datos
interesantes en este rubro son destacables, como ser que sólo un 16 % del
subsector libros se dedica a la producción y el resto a importar,
comercializar, distribuir y difundir. En el caso de revistas ese índice
sube a 30 % y en periódicos a 42 %. También resulta interesante saber que
85 % de los libros son de procedencia extranjera, 97 % de las revistas
son extranjeras y 90% de los periódicos son nacionales. En La Paz existen 11
periódicos (Torrico, 2000) .
El sector fonográfico, está
manejado por los productores, importadores, distribuidores y
difusores. Sus productos más importantes son el disco de vinilo, el CD,
los DVDs y otros.
Las grandes productoras
como Discolandia, Heriba, Lauro, Santa Fe Record Sony Music y BMG, y las
pequeñas productoras de La Paz son alrededor de 36, lo que demuestra que existe
una vasta producción musical popular que abarca espacios culturales populares que
atiende la demanda y oferta de acuerdo a las condiciones socioeconómicas de
importantes sectores de la población, en todo el país.
También es relevante
conocer que el soporte más utilizado para la difusión de la producción
fonográfica era el cassete, ahora el CD, que existe una asociación de empresas
productoras y que sólo en La Paz, para un millón de habitantes, existen
más de 60 emisoras en AM y FM registradas en la Superintendencia de
Telecomunicaciones. También es importante saber que las ventas
piratas superan en dos o tres veces a las ventas legales de cds.
El siguiente sector es el audiovisual que comprende la producción
de bienes cinematográficos y audiovisuales, con sus actividades de
importación, distribución y comercialización.
La clasificación de
producciones de cine se da de acuerdo con la procedencia y el género. Los
programas de televisión son: programas de interés comercial para difusión en
circuitos abiertos o cerrados, programas de interés social y programas de
interés artístico cultural. Los de vídeo: pregrabados de interés comercial,
vídeo películas y los vídeo-karaoke.
Los agentes del sector
audiovisual concentran su actividad en la comercialización en un 47 %, 28 % a
la producción, 8% la distribución, 7 % a la difusión y 10 % a la
importación (Torrico, 2000) .
Cada subsector tiene una
reseña histórica, una descripción interna además de una identificación y
descripción de agentes.
Entre los datos más
interesantes están los referidos a la distribución de horas y porcentajes de
programación nacional y extranjera en los canales/redes de televisión:
UNITEL, BOLIVISION, ATB Y CANAL 11.
La red BOLIVISION aparece
con el mayor índice de producción nacional con un 43,5 %, frente al CANAL 11
cuya producción sólo llega al 20 % de su programación total. El mismo cuadro
comparativo nos muestra que los programas nacionales más importantes son el
noticiero y el deportivo. Los programas extranjeros más difundidos son las
telenovelas y los infantiles.
En términos generales,
las telenovelas generan más ingresos a los canales, seguidas por los noticieros
y luego las revistas de variedades.
Es curioso constatar que
en la década de los años ochenta surgió un movimiento del vídeo nacional, como
respuesta alternativa a la televisión que “...era considerado como uno de los
canales de penetración ideológica del imperialismo” (Torrico, 2000) .
Uno de los principales problemas
del sector es la existencia de un mercado de productos piratas donde se
ofertan películas de reciente lanzamiento sin control alguno y a precios
bajísimos. Este aspecto se constituye en un riesgo para que Estados Unidos
descertifique en el contexto internacional a Bolivia, porque aquí se mueven
alrededor de 45 millones de dólares al año de manera irregular. Así,
“...empresas extranjeras y nacionales habrían dejado de percibir para
1996 dos millones de dólares por derechos de películas, 15 millones por
composiciones musicales y grabaciones, cinco por libros y 6,9 por software” (Torrico, 2000) .
En cuanto a la Estructura y Tendencias del
Circuito Cultural Empresarial. En Bolivia se afirma que la instancia
fundamental de articulación de la producción cultural masiva empresarial es el
mercado. El agente por excelencia es la empresa privada. El Estado actualmente
viene realizando nacionalizaciones de empresas con el objetivo de conseguir
mayor ingreso nacional, y jugando un papel de regulador en las empresas
privadas, salvo en el caso del cine en el que invierte y alienta. La lógica
mercantil hace que el producto cultural sea visto como mercancía, por tanto
está condicionado por la oferta y demanda. Esta lógica es la hegemónica en el
proceso general de producción cultural.
Los problemas de
comercialización son: la piratería, contrabando, corrupción y competencia desleal.
Esto reduce los precios y ganancias de los comercializadores legalmente
establecidos.
Los medios masivos son
los canales privilegiados para la difusión de bienes culturales. De esa manera
el panorama presentado en la investigación muestra un mercado de dimensiones
reducidas, con una competencia intensa, amplio margen de acción para la
piratería y creciente presencia de empresas y productos transnacionales.
Asimismo, a manera de previsión, presenta tres posibilidades de
desarrollo de la presente situación: a) escenario inmodificado, donde el
mercado sigue reducido, no aumenta la producción, continua fuerte la piratería
y los agentes continúan siendo los mismos. b) escenario negativamente
modificado, donde las condiciones son más adversas que las actuales y c)
escenario positivamente modificado, en el que las condiciones mejorarían
en favor de un mercado más autónomo, regular, legal y con mejores perspectivas
de desarrollo.
Así, el texto contribuye
no sólo al conocimiento de una de las dimensiones más importantes del
desarrollo cultural boliviano, sino que también se constituye en un
valioso documento que permite reflexionar sobre el rol de los
actores este ámbito en un contexto democrático en el que los
procesos de producción, circulación y consumo son fundamento para la
construcción de identidades sintonizadas con los desafíos de un nuevo milenio
La doble faceta de las industrias culturales
– a la vez recurso económico y fuente de identidad y cohesión social – exige
considerarlas con un doble enfoque: por un lado buscando el máximo
aprovechamiento de sus aptitudes para contribuir al desarrollo de la economía,
y por otro para que su afianzamiento económico favorezca la creatividad y la
diversidad cultural.
Entonces, la perspectiva
de la industria cultural de Bolivia en base al Plan Nacional de Desarrollo y la
Ley educativa N° 070 Avelino Siñani – Elizardo Pérez, se puede interpretar que,
está existiendo una contradicción en la aceptación por parte de su población.
Existen muchos argumentos para que las personas bolivianas piensen de distintas
maneras.
Como decían algunos
autores, en especial Vallejos, en Bolivia muchos aceptan las propuestas de
desarrollo y forma de vida social ejecutadas por el gobierno central de turno.
Sin embargo, existe otra parte que no opina lo mismo, demostrando así una
disconformidad y oposición al plan de desarrollo propuesto.
Tal es el caso de la
actual Ley educativa N° 070 Avelino Siñani Elizardo Peréz, que propone una
educación descolonizadora, comunitaria, productiva, tecnológica, intra e
intercultural, donde rescata valores tradicionales de los pueblos originarios
campesinos. Promueven la práctica y enseñanza de los saberes tradicionales
locales desde las aulas de las unidades educativas.
Se incentiva a la
producción de productos, tanto materiales e intelectuales. Se está priorizando
el aprendizaje de diferentes lenguas, entre locales – originarias y
extranjeras, para que la población tenga más oportunidades de comunicación. Se promueve una educación sin
violencia y sin discriminación alguna, logrando incluir, no solo en las aulas,
sino en la parte social a las personas con alguna discapacidad, considerándolo
como persona complementaria de la sociedad.
En sí, existen muchos
aspectos positivos y trascendentales que ejecuta la Ley 070. Sin embargo, muchos
la rechazan, porque simplemente no aceptan el cambio o porque están siendo
afectados. Tal es el caso de que no aceptan la medicina tradicional y prefieren
y confían en la medicina científica occidental. Porque también piensan que la
propuesta de la Ley solo lleva a prácticas pasadas, siendo así un retroceso. En
muchos, les afecta porque no les conviene, ya sea porque se les quita poder o
porque afecta su modo de vida.
La industria cultural de
Bolivia, se está modificando gracias a las políticas ejecutadas. Anteriormente,
en Bolivia la industria cultural provenía de afuera, tales como la moda,
mercancías, arte, tecnología y otros. Pero actualmente, se viene revalorizando
la cultura nacional y sin dejar de lado la universal. Se incentiva bastante a
la producción local de productos y su consumo. La práctica y enseñanza de
valores y saberes comunitarios. La
preparación de mano de obra calificada para la industrialización y no solamente
para la producción de materia prima, incrementando así el número de empleos por
año.
La ejecución del PND y la Ley O70, logra de alguna manera alcanzar sus
objetivos, como reducir la pobreza, el incremento de empleos, la mejora del
valor per cápita y otros.
Bibliografía
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